Balance provisional de Ronny tras seis meses de viaje

por | Dic 7, 2023 | En la carretera, Topstory | 0 Comentarios

Hola a todos: me alegro de que os paséis por nuestro blog (otra vez). El año va llegando poco a poco a su fin y, tras un breve viaje a Otrokovice, ya estoy de vuelta en casa. Los primeros seis meses del #ContiEuropeanRoadshow han quedado atrás. Y qué puedo decir: ha sido un viaje emocionante y apasionante. Así que ha llegado el momento de hacer un pequeño balance provisional, ya que el camión de exhibición y yo nos tomaremos un respiro en Alemania hasta principios de marzo, antes de volver a la carretera. Pero por ahora, echemos la vista atrás:

 

Grandes planes, gran éxito

Ronny Nittmann. Fotografía: Continental.

Ronny Nittmann. Fotografía: Continental.

Con el #ContiEuropeanRoadshow, tengo que decir que realmente teníamos una agenda enorme. Organizar algo de esta envergadura es todo un reto. El hecho de que fuera la primera vez para todos los implicados en el salón no lo hizo necesariamente más fácil. Sobre todo porque esto también se aplica al camión del salón, ya que lleva seis meses seguidos funcionando. Por eso me complace tanto poder decir que, desde mi punto de vista, todo ha ido muy bien. Sin embargo, la receta secreta para ello reside claramente en la colaboración de todos los implicados. Fieles al lema: el trabajo en equipo hace realidad el sueño. Podemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido en los últimos meses.

 

Una solución para cada problema

Por supuesto, los retos inesperados forman parte de un proyecto como el del show truck y yo. Los hubo de muy diversa índole: ya fueran normativas aduaneras en los países de destino, defectos repentinos en el show truck o condiciones distintas de las esperadas en los propios lugares (por ejemplo, el suministro eléctrico). Pero fueran cuales fueran los obstáculos con los que nos encontramos en los últimos seis meses, los superamos con fuerzas combinadas. El apoyo de Continental en particular valió su peso en oro. Al final, siempre depende de cómo se resuelva el problema. Conseguimos encontrar soluciones en segundo plano para que los clientes no se vieran afectados en absoluto. En resumen: ¡todo fue genial, podemos seguir así el año que viene!

 

Desafiar las barreras lingüísticas con trabajo en equipo

Visitamos doce países de destino y todos fueron estupendos y divertidos. No hubo ni uno solo en el que no me gustara trabajar en equipo y fuimos capaces de adaptarnos bien los unos a los otros en todas partes. La calidez de la gente de Continental in situ, pero también de los organizadores y los clientes, fue de gran ayuda. En todas partes me acogieron como si siempre hubiera formado parte del equipo. A pesar de las barreras lingüísticas, que sin duda las hubo, siempre se me incluyó en todos los procesos. Incluso si de vez en cuando se necesitaban manos y pies…

 

Mucha hospitalidad contra la morriña

Aunque me lo pasé muy bien en todos los países y pude descubrir y aprender cosas nuevas, tengo que admitir que hay dos favoritos absolutos que me llaman la atención. Si has seguido de cerca mis posts, ya lo habrás adivinado: los países bálticos y Turquía. El factor decisivo aquí es la gente local, cuya calidez, compromiso y amabilidad fueron sencillamente insuperables. Simplemente hicieron mucho más de lo que tenían que hacer. Todo ello se completó con mucho entusiasmo y diversión: ¡nos reímos mucho!

Llevo seis meses en la carretera y no he tenido mucho tiempo para la vida privada, pero de alguna manera no parece tanto tiempo. ¿Por qué? Porque también he hecho amigos en los países de destino, algunos de los cuales se sienten como de la familia. Hice y viví tantas cosas con ellos que apenas tuve tiempo de echar de menos a los de casa. No obstante, por supuesto hubo momentos en los que eché de menos a mi hija o a mis hijos del fútbol, por ejemplo. Mi consejo: ¡mantenerse al día con fotos y vídeos ayuda muchísimo! Además, el reencuentro fue tanto mejor…

 

Una foto con mis colegas de Lituania de mi colección personal. Foto: Ronny Nittmann.

Una foto con mis colegas de Lituania de mi colección personal. Foto: Ronny Nittmann.

 

Viejos hábitos, nuevas prioridades

Al principio del #ContiEuropeanRoadshow, os hablé de mis rutinas en la carretera y de cómo quería mantenerlas en la medida de lo posible durante el viaje. ¡Y eso también ha sido un reto durante los últimos seis meses! Hacer ejercicio en el gimnasio, por ejemplo, rara vez era posible. En primer lugar, porque a menudo no había ninguno cerca y, en segundo, porque no todos los gimnasios ofrecen pases de un día. Finlandia era un caso muy especial: aunque había muchos gimnasios que cumplían ambos criterios, el pago por adelantado sólo era posible con una cuenta bancaria finlandesa. Esto se debe a que se obtiene un código con el que se puede entrar en el estudio tras el pago. Por desgracia, no se aceptan tarjetas de crédito internacionales estándar como método de pago.

En última instancia, sin embargo, tengo que decir que esto está perfectamente bien. Después de todo, salí a correr bastante a menudo y no me hinché como un terrón de levadura. Aunque comía mucho y muy bien… Por cierto, esa es también una de las razones por las que a menudo tiraba por la borda mis planes deportivos. El compañerismo con la gente del lugar era sencillamente más importante para mí.

 

Diferentes países, diferentes maneras…

Podría hablar largo y tendido de la buena comida, que fue un punto culminante tal y como a mí me gusta: literalmente. Por supuesto, esto también incluye mi adorada tarta. Y tengo que decir que las diferencias entre los países no son tan grandes. En Turquía, el pastel es más dulce que en Alemania, pero Dinamarca y Noruega, por ejemplo, se acercan bastante. Pero también soy muy fácil de contentar: ¡todo lo dulce es mío!

Además, conocer a gente de nacionalidades, mentalidades y culturas diferentes fue increíblemente emocionante. Y tengo que ser sincera: no estamos tan lejos (en Europa). Fue muy divertido poder hacer yo mismo cada veces más comparaciones. Y he llegado a la conclusión de que al final todos somos humanos… Excepto mi fiel compañero Scrat -aunque me gusta tratarlo así-. Me ha acompañado a todos los países y también ha sido muy feliz. Excepto en Turkiye, donde por una vez tuvo que sentarse atrás. Desde entonces no me habla, pero debería poder arreglarlo con un regalo de Navidad.

 

Mi fiel copiloto Scrat. Foto: Continental.

Mi fiel copiloto Scrat. Foto: Continental.

 

Cogiendo fuerzas para lo que viene el año que viene

Si por mí fuera, me gustaría volver a visitar los doce países. Pero está claro que para eso hace falta tiempo, por lo que me limitaría a mis lugares más destacados. Las ciudades de Vilnius y Kaunas en Lituania, Tartu en Estonia y Varsovia en Polonia, por ejemplo, encabezan mi lista. Y para ser sincero, no lo habría pensado de antemano. En cambio, siempre he querido ir a Suecia, y nada ha cambiado después de mi visita: ¡me encantaría volver una y otra vez! Lo mismo ocurre con Noruega, de la que me he enamorado por completo… Uno o dos de estos países también podrían ser interesantes en otra época del año, como en invierno.

Bueno, por ahora toca tomarse un descanso hasta principios de marzo. Y eso es bueno, así podré respirar hondo y recargar las pilas. En general, los últimos seis meses han sido todo un éxito. Espero que continúe el año que viene. Pero seguro que antes tendréis noticias mías…

Hasta entonces, nos vemos en la carretera,

tu Ronny

¿Qué te han parecido los seis primeros meses del #ContiEuropeanRoadshow? ¡Házmelo saber en los comentarios!

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